sábado, 11 de octubre de 2014

Orange Beach

9 de septiembre 2014.
Mi cumpleaños 51. David me llevó a celebrar en Orange Beach
Toma cerca de una hora ir desde Mobile a esta ciudad a la orilla de la playa.
Aunque la predicción del clima para ese día era "soleado", la lluvia e inmensos nubarrones grices nos acompañaron casi todo el recorrido. Gracias a Dios, por arte de magia, todo cambió al llegar a destino.
Nos hospedamos en el Island House Hotel que está en la orilla de Perdido Beach.
El hotel es excelente en todos los aspectos, incluyendo la atención del personal a cargo.
Un hotel sencillo, con clase y acogedor.
Con pequeños detalles como este arreglo floral de lirios en el lobby: buen gusto, sin ser ostentoso.
Una de las cosas que me gustó del hotel fue la vista fresca de los pasillos que llevan a las habitaciones, con ventanales desde donde puedes apreciar la zona comercial de la ciudad.
Para no romper la norma, nos dieron habitación en el piso 9, mi número favorito y que se manifiesta en tooooooooodas las cosas de mi vida. Desde allí la vista de la playa "Perdido Beach" es espectacular.
Me cuenta David que cuando niño venía con sus padres a esta playa, pero para entonces, lo que ahora está lleno de hoteles y condominios era solo sol, agua y arena, como esta parte que es de acceso libre al público.
Después de hospedarnos, fuimos a elegir mi torta y vino... para celebrar.
Decidimos cantarme el Happy Birthday temprano.
El pastel fue mi favorito: Tiramisú. En la elección del vino nos aventuramos com este riesling que resultó sorprenderme más allá de mis expectativas (vino blanco dulce de origen alemán, parecido al zinfandel).
Las serigrafías decorativas de la habitación me encantaron!
Después de degustar la torta, fuimos a disfrutar de la piscina y la DISFRUTÉ así con mayúsculas. El agua estaba tibia y no sufrí ese golpe térmico que hay cada vez que se entra a un cuerpo de agua. Estaba fantástica y floté y medité a mi antojo. Otra de las ventajas de las temporadas bajas... además de caer los precios, el número de temporadistas armando alboroto se reduce al mínimo.
También dimos un paseo por la playa donde ya la noche empezaba a caer.










 
En la noche, David me llevó a un restaurant en la marina de Orange Beach, que tiene muy buenos comentarios en internet, se llama Fisher´s.
Los precios son moderados, aunque una copa de vino cuesta $45
Pero la variedad de platos, la presentación de la mesa, la atención del personal es excelente.
La iluminación ofrece un ambiente acogedor y los arreglos florales son sencillos y exóticos.
El agua la sirven en botellas de vino cristalinas, y los pancitos en tablas individuales que son una nota, como la velita dentro de la concha de un erizo de mar.
Pero por sobre todo, la calidad de la comida es A1.
Mi filet Mignon, estuvo EXQUISITO! El término de la carne exacto y el sabor fuera de mundo.
Lo recomiendo.

La única parte que faltaba era estar en contacto con mi familia, pero gracias a la tecnología pude estar en contacto con mis padres y hablar con ellos varias veces por teléfono; y con hermanos, sobrinas y amigos por  email y mensajes de texto.
Pasé parte de la noche tratando de ver la luna llena desde el balcón. El día anterior pude disfrutarla en todo su esplendor porque era una de esas que llaman MEGALUNA, pero no fue posible, no se veía desde la habitación.

Sin embargo, el amanecer me regaló un sol colorado espectacular que fue pintando una mañana perfecta: el sonido de las olas, una brisa fresca soplando suave y un sol que comenzaba a calentar.
Tiempo para disfrutar de un desayuno típico de vacación con jugo de naranja y café con leche, huevos, tostadas y tocineta.
Otra caminata por la playa, otro rato en la piscina... y preparar el retorno a casa. El check out es a las 11:00 lo único no amigable del hotel, siendo el check in a las 3:00 pm





Desde la habitación se pueden apreciar los delfines que se acercan a estos barcos que hacen excursiones para verlos. Los delfines saben que van a conseguir bocadillos gratis y se acercan al barco donde los pasajeros aprovechan para tomar fotografías y observarlos. 
Esa mañana delfines llegaron mucho antes que los botes y como ha habido varias alertas de tiburones rondando las playas del golfo, tuvimos duda de si eran tiburones nadando cerca de los bañistas. Al aparecer los barcos, la duda fue despejada.
Fue una celebración de cumpleaños excelente.
See you soon Orange Beach...
Back home...










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