Cada vez que debo viajar en automóvil
sucede que siento un sueño atroz, tal como si fuera una niña pequeña que se
adormece con el rumor de las ruedas en el pavimento. Lo peor es que no puedo
dormir, aunque quiera... pero esa batalla odiosa de la somnolencia constante es
detestable. A mi esposo, que es el conductor oficial en los viajes, le sucede
igual.
Antes debíamos
conducir 14 horas para visitar a las nietas en West Virginia. En esos viajes
me di cuenta que las largas autopistas de este país ejercen en nosotros el mismo
efecto que un potente narcótico. La batalla contra la modorra incluía grandes
tazas de café, Red Bull, agua fría en
la cara, goma de mascar, música caribeña, entre otras herramientas... sin un
efecto real. Luego el destino de
las nietas se trasladó a Waleska, Georgia, y el viaje se redujo considerablemente
a escasas ocho horas. Sin embargo, el sueño seguía como variable constante luego de un tramo
Entonces descubrí el
aceite escencial Peppermint.. y VOALÄ Santo Remedio!!!
Estaba usando el
aceite para combatir el dolor de cabeza generado por la sinusitis (que siempre
ataca en primavera). El olor del peppermint despeja inmediatamente las fosas
nasales y en un instante el dolor de cabeza desaparece. Pero en esta ocasión, además del ligero dolor de cabeza, también desapareció la somnolencia. Asombrada invité a David a probar la
experiencia e inmediatamente sintió el efecto vigorizante que duró absolutamente
TODO el viaje, sin café, sin agua fría y sin Red Bull.
Utilizo la marca Doterra, que no es económica pero sus productos son de excelente calidad. Sin embargo cualquiera marca debe funcionar de igual forma. Con una sola gotita
frotada en cada fosa nasal y la nuca: ADIOS SOMNOLENCIA por el resto del
viaje.
Los invito a probar.
Yo estoy más que feliz con el descubrimiento que sirve como una recarga
energética en cualquier ocasión en la que la somnolencia no es buena compañera, especialmente si te ataca a eso de las 3pm cuando aún te faltan unas horas para completar la jornada laboral.
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