Todos los años en el mes de Noviembre se celebra el Festival Internacional de Mobile.
Este año fue el sábado 17 en el
Mobile Civic Center.
Es un evento enorme donde participan todas las nacionalidades que se congregan en la ciudad y el desfile de culturas es realmente IMPRESIONANTE.
El recorrido por todos los stands fácilmente toma 4 horas para visitar la muestra de cinco continentes: Asia, Europa, Africa, América y Oceanía con trajes típicos, comidas, artesanías, tejidos, etc. Adicionalmente hay 4 escenarios donde simultáneamente se presentan grupos de danza, música folcklórica como los tambores de Japón, acrobacia y actos de las todas las regiones del mundo.
Hay para todos los gustos, pero uno de los favoritos fue un grupo de 5 jóvenes de Kenia que bailan y hacen acrobacia.
La chica hace recordar las esculturas de Botero y es adorable, impresionantemente fuerte y ágil. El resto de los muchachos son no sólo flexibles como varas de goma sino súper simpáticos y con un ritmo contagioso.
Otro espectáculo paralelo a este, era la carita de todos los niños al pie del escenario disfrutando del show.
Entre los trajes típicos que más me llamaron la atención por su belleza y colorido estaban los de Indonesia. Estas dos chicas indonesias viven en Texas pero viajan por todas partes mostrando su danza.
En esta ocasión, representaron un baile semejando el movimiento de los pavos reales, una exquisitez en elegancia y delicadeza. Si pueden ver la mano en alto de la que viste de verde, se van a preguntar igual que yo: cómo hace para curvarlos de esa manera.
Impresionante todos los movimientos que se pueden hacer con las manos y la cabeza.
Un grupo de mujeres de Philipinas realizó un danzón, y me llamó la atención la influencia española en su música y los trajes, aunque los movimientos del baile eran mucho más de tendencia asiática: recatados y sutiles. Lo más lindo de este grupo es que está compuesto en un 80% de mujeres de mayores.
La representación de Tailandia, también hizo gala de su baile típico sereno y femenino y de unos trajes que quitan el aliento. Los tocados o coronas sencillamente regios.
Vimos bailar tango, un "bailaor flamenco" que obviamente era mexicano pero que se movía con el "salero" gitano; bailarinas de Irán, India, Egipto y México.
Este año volvió a presentarse un grupo de guitarristas nativos de Mobile, Alabama:
"Roman Street" a mi entender son virtuosos... He ido coleccionando desde que llegué a USA sus CD´s que no me canso de escuchar. Aquí su
Web site.
Una de las muestras culturales que me gusta recorrer es la de África.
Había representación de Ghana, Kenya, Nigeria, Senegal., Gambia, Tanzania, Togo, Benin y seguro algún otro que se me escapa de la memoria.
En la representación de
Camerún no pude evitar mencionarles el grupo de futbolistas que casi se coronó con la Copa Mundial de Fútbol en los 90. La cara de la representante del stand se iluminó como la estrella de Belén y con una sonrisa que le salía del alma y que no podía disimular, empezó a hablarme de la experiencia que para ellos significó aquel mundial. Le dije que aún hoy los recordamos con alegría y le agradecí el obsequio que fueron para el mundo. Una pequeña muestra de cómo el deporte borra fronteras. : - )
En la siguiente foto, mi amiga Mercedes posa con las representantes de Nigeria.
No son dulces esas sonrisas nigerianas?
Los diferentes tocados me fascinaron, todas me dijeron que se lo hacían ellas mismas en menos de un minuto pero que no sabrían explicar cómo, pura práctica intuitiva.
En otro extremo me debatí entre el salir corriendo con los bramidos de las gaitas escocesas o aprender a comprender cómo les puede parecer aquello música. Sin embargo, nos quedamos a escuchar al grupo que orgullosos producen aquel sonido tan extraño para mi gusto. Sorry, no le encuentro la belleza, pero es solo ignorancia personal.
Aprovechamos para tomarnos fotos con dos "jovencitos" de Islandia, muy jocosos y alegres (me siguen pareciendo escoceses). Recuerdan a los vikingos con toda aquella masculinidad bruta y los comentarios picantes sin dejar de ser respetuosos.
Un grupo que nos llamó la atención por diferente y como fuera de contexto, fue el de los piratas.
Les pregunté qué hacían allí en una exposición de cultura internacional y me dijeron que representaban a todos los países con costas al mar que han tenido piratas. "Okey, I got it".
El atuendo que vestían de verdad era digno de Johnny Deep: espectacular.
La muestra de comida ni hablar. Lo que se te ocurra: probamos sushi, empanadas, arroz con curry, wafles de escandinavia, plátano, papa rellena, queso empanado, baklava. La muestra es casi infinita, los precios razonables.
Al final, una se despide del festival con satisfacción y el ánimo elevado.
Sin duda la mejor parte es la oportunidad de cruzar palabras con toda aquella diversidad cultural, como un chico del Tíbet que apenas hablaba inglés y que no sé cómo hace para estar en la muestra con toda aquella timidéz que es más grande que él.
Ya de salida, la foto del recuerdo: Mercedes, Evelyn, la sra. Yolanda y esta servidora.
Nos vemos el próximo año!!!