Cuando un venezolano se encuentra con otro, se crea una buena oportunidad para experimentar la diferencia de las culturas anglosajona y la criolla. Esta reseña, en mi visita al Consulado de Venezuela en New Orleans, es un clásico ejemplo.
La recepción, que es bastante pequeña, estaba repleta, así que decidimos esperar afuera. Apenas un pie en el pasillo y el señor que estaba allí, también en espera, inició el diálogo: "de dónde vienen, de qué parte son, qué hacen acá" y con la misma largó su historia. Así iniciamos el cotorreo que nos entretuvo hasta que fue momento de volver a entrar.
Ya en la salita del Consulado, se sintió la camaradería entre el que te toca al lado o al frente o diagonal. No hay barreras a la hora de destapar las condiciones, eventualidades, frustraciones. Risas, susurros, miradas y confesiones que van y vienen. La criticadera presente. La televisión entonando el canal Patrio y hasta la funcionaria
pública que se pasea entre la odiosidad extrema hasta la simpatía
condescendiente cuando le hablas suavecito pero firme te resulta familiar.
Caraqueños, orientales, maracuchos, merideños esparcidos por Atlanta, Alabama, Carolinas y Miami que en la despedida del encuentro casual ejercen la costumbre de ponerse a la orden intercambiando tarjeticas de presentación con el afecto sincero de primos lejanos.
Una se siente en casa.
Así somos.
Mi esposo, gringo de pura cepa, no entendía como es que no parábamos de hablar si era imposible que nos conociéramos. Y claro, esa semblanza no es para nada "made in Usa" sino puro ADN venezolano.
Y ya para cerrar, otro "toque" venezolano, de un autor que desconozco pero al que le agradezco profundamente la foto "made in venezuela".
Buenas tardes, tengo cita en New Orleans el lunes para renovar pasaporte. Voy de Orlando Fl, viaje de 10 horas y quisiera saber como a que hora llegar en la mañana para no tener que esperar mucho tiempo ya que tengo que regresar a Orlando el mismo dia. Gracias
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